El libro “Filosofía de la mente y ciencia cognitiva”, compilado por Eduardo Rabossi, representa una incursión rigurosa y sistemática en uno de los campos más dinámicos de la filosofía contemporánea. Como compilador, Rabossi logra reunir una serie de ensayos fundamentales que dialogan con las principales corrientes de pensamiento que han dado forma a la filosofía de la mente y su intersección con la ciencia cognitiva. Esta obra no sólo se propone examinar el problema de la mente desde una perspectiva filosófica clásica, sino también desde la nueva perspectiva interdisciplinaria que ofrece la ciencia cognitiva, involucrando disciplinas como la inteligencia artificial, la lingüística, la psicología, la neurociencia y la antropología.
Uno de los ejes centrales del libro gira en torno a la pregunta por la naturaleza de los estados mentales y su relación con el cuerpo, especialmente el cerebro. A lo largo de los distintos ensayos, se pone en tensión la dicotomía clásica entre dualismo y materialismo. En este contexto, se examinan críticamente las posturas más influyentes que intentaron resolver el problema mente-cuerpo, tales como el conductismo lógico, el materialismo reduccionista, el funcionalismo y el eliminativismo. El conductismo, que proponía definir los estados mentales por comportamientos observables, es rápidamente desestimado por su incapacidad para dar cuenta del contenido interno y subjetivo de la experiencia. Por otro lado, el materialismo reduccionista, que identifica los estados mentales con estados cerebrales, es puesto en duda por su aparente inhabilidad para explicar adecuadamente el carácter intencional de los pensamientos y las cualidades subjetivas de las experiencias conscientes.
En esta línea, el funcionalismo ocupa un lugar destacado dentro del volumen. Se presenta como una alternativa poderosa al materialismo clásico, ya que define los estados mentales en términos de sus roles causales y funcionales dentro de un sistema. Es decir, lo que define a un estado mental no es su constitución física sino su función dentro de una red causal que relaciona estímulos, otros estados mentales y conductas. Esta perspectiva permite un enfoque más flexible, compatible con la posibilidad de máquinas pensantes o seres conscientes con estructuras físicas distintas a la humana. Sin embargo, el funcionalismo tampoco escapa a las críticas: el problema del significado y el de la conciencia fenomenológica siguen siendo desafíos no resueltos, como bien se evidencia en la discusión sobre el experimento mental del “cuarto de Mary” o el argumento del “zombi filosófico”.
Otro tema recurrente en el libro es la cuestión de la representación mental y el contenido intencional. ¿Cómo es posible que nuestras mentes representen el mundo? ¿Qué tipo de entidad es una representación mental? Estas preguntas conducen a una confrontación entre teorías internalistas y externalistas del contenido mental. Las primeras sostienen que el contenido de los pensamientos está determinado por lo que sucede dentro de la cabeza del sujeto, mientras que las segundas argumentan que factores externos —como el entorno físico o social— también son relevantes. Aquí, los textos de la compilación discuten experimentos mentales clásicos como el del “Twin Earth” de Hilary Putnam, que pone en evidencia que dos individuos físicamente idénticos pueden tener contenidos mentales distintos si están inmersos en contextos distintos. Este tipo de experimentos ponen en tela de juicio la idea de que la mente puede entenderse exclusivamente desde una perspectiva interna y abre paso a una visión más ecológica y situada de la cognición.
La ciencia cognitiva, como campo interdisciplinario, también recibe un tratamiento detenido y matizado a lo largo del libro. En lugar de asumir una postura celebratoria o apologética, los ensayos incluidos se detienen a examinar críticamente las presuposiciones filosóficas de esta nueva ciencia. Se exploran, por ejemplo, los límites de la analogía entre la mente y la computadora, piedra angular del paradigma computacional de la cognición. Según este modelo, la mente funciona como un sistema de procesamiento de información que opera sobre símbolos siguiendo reglas sintácticas. Si bien esta idea resultó sumamente influyente y permitió el desarrollo de modelos formales del pensamiento, varios autores incluidos en la compilación subrayan sus deficiencias a la hora de explicar aspectos esenciales de la experiencia consciente, la emoción, la percepción y la acción situada.
Frente a estas limitaciones, se presentan enfoques alternativos dentro de la ciencia cognitiva contemporánea, como el conexionismo, la cognición incorporada y la teoría enactivista. El conexionismo, por ejemplo, propone que los procesos mentales no se basan en la manipulación de símbolos discretos sino en patrones de activación distribuidos a lo largo de redes neuronales artificiales. Esta propuesta tiene el mérito de ofrecer modelos computacionales más parecidos al funcionamiento del cerebro biológico. Por su parte, las teorías de la cognición incorporada y enactivista ponen el foco en el papel del cuerpo, el entorno y la acción en la constitución de la mente, desafiando la noción clásica de la mente como una instancia puramente interna y representacional. Estas perspectivas suponen una transformación radical de cómo se concibe la cognición y, en consecuencia, de cómo se deben articular los estudios filosóficos y científicos sobre la mente.
Un aspecto especialmente valioso del libro es su preocupación por mantener un equilibrio entre el rigor técnico y la accesibilidad conceptual. Rabossi no sólo selecciona cuidadosamente los textos, sino que también ofrece introducciones claras que contextualizan los debates, subrayan sus implicaciones filosóficas y señalan las tensiones entre las distintas posiciones. Este trabajo editorial convierte a la obra en una excelente puerta de entrada para quienes desean adentrarse en la filosofía de la mente sin perder de vista la dimensión empírica y experimental que aporta la ciencia cognitiva.
También cabe destacar la presencia de autores latinoamericanos entre los textos seleccionados. Esto no sólo permite visibilizar una tradición filosófica frecuentemente marginada en el ámbito académico internacional, sino que también introduce perspectivas originales y localizadas sobre problemas universales. El diálogo entre el pensamiento filosófico anglosajón y las reflexiones de autores de América Latina otorga al libro una dimensión plural y crítica que enriquece su propuesta.
En definitiva, “Filosofía de la mente y ciencia cognitiva” es una obra que no se limita a exponer teorías sino que invita a pensar activamente los problemas que plantea. La compilación de Eduardo Rabossi destaca por su solidez conceptual, su claridad expositiva y su capacidad de articular perspectivas filosóficas y científicas sin sacrificar la complejidad de los temas tratados. Al hacerlo, contribuye a renovar una discusión antigua —la de la mente y su lugar en el mundo natural— con las herramientas del pensamiento contemporáneo. Es un texto fundamental para quienes se interesan por las fronteras entre filosofía, ciencia y tecnología, y una lectura imprescindible para quienes desean comprender cómo se piensan hoy las cuestiones más profundas sobre la conciencia, la identidad y el conocimiento.
EDUARDO RABOSSI [Compilador] – Filosofía de la Mente y Ciencia Cognitiva
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