GEMMA FERRER & CLARA GOMIS – Platón y Aristóteles


El libro “Platón y Aristóteles” de Gemma Ferrer y Clara Gomis es un trabajo exhaustivo que presenta y compara las ideas fundamentales de dos de los filósofos más influyentes de la historia de la filosofía occidental. Ambos pensadores, Platón y Aristóteles, han tenido una influencia duradera no solo en la filosofía, sino también en áreas como la ética, la política, la epistemología, la metafísica y la lógica. Ferrer y Gomis abordan sus enseñanzas de una manera accesible, pero profunda, permitiendo a los lectores entender no solo las diferencias de enfoque entre estos dos gigantes del pensamiento, sino también sus similitudes, influencias mutuas y la relevancia de sus ideas en el contexto contemporáneo.
El libro comienza con un análisis detallado de Platón, quien, a través de su obra más emblemática “La República”, propone una visión de la realidad que se centra en las Ideas o Formas, las cuales considera como la verdadera realidad, frente al mundo sensible que percibimos a través de nuestros sentidos. Para Platón, el mundo sensible es solo una copia imperfecta de las Ideas, que son eternas, inmutables y perfectas. Esta teoría es conocida como la teoría de las Ideas, y plantea que el conocimiento verdadero no puede surgir de las percepciones sensoriales, sino solo a través de la razón, al contemplar estas Ideas.
Según Platón, el propósito de la educación es ayudar al individuo a alcanzar el conocimiento verdadero, alejado de las distracciones del mundo sensible. Este conocimiento se alcanza mediante un proceso de ascenso intelectual en el que el filósofo debe conocer primero las Ideas más simples, como las matemáticas, para luego avanzar hacia las Ideas más complejas, como la idea del Bien, que es la Idea suprema que organiza y da sentido a todas las demás. En este contexto, Platón plantea una concepción de la sociedad en la que la justicia se logra cuando cada parte de la sociedad cumple con su función según su naturaleza y su relación con las Ideas. El concepto de la justicia platónica se extiende a la organización de la ciudad-estado ideal, que debe ser gobernada por filósofos-reyes, quienes, debido a su conocimiento de las Ideas, son los más capacitados para gobernar con sabiduría.
Por otro lado, Aristóteles, discípulo de Platón, presenta una visión del mundo mucho más enfocada en la experiencia sensible y en el estudio empírico. A diferencia de su maestro, Aristóteles no cree que las Ideas existan independientemente de los objetos del mundo sensible, sino que las Formas o esencias de las cosas están presentes en ellas mismas. Para Aristóteles, el conocimiento comienza con la experiencia sensorial y la observación de los fenómenos naturales, y de ahí se construye el conocimiento más general a través de la inducción y la deducción. En su obra “Metafísica”, Aristóteles introduce el concepto de sustancia, que es aquello que posee una existencia independiente, a diferencia de los accidentes, que son cualidades o características que dependen de la sustancia.
Una de las contribuciones más importantes de Aristóteles es su teoría de las cuatro causas, que explica el cambio y el movimiento en el mundo. Las cuatro causas son: la causa material, la causa formal, la causa eficiente y la causa final. Estas causas proporcionan un marco para entender no solo los procesos naturales, sino también los fenómenos de la vida cotidiana y las acciones humanas. De esta manera, Aristóteles desarrolla una teoría más centrada en el mundo físico y en las interacciones concretas entre los seres humanos y la naturaleza, en comparación con la abstracción platónica.
En cuanto a la ética, Platón y Aristóteles también presentan enfoques distintos. Para Platón, la justicia es una virtud que se alcanza cuando cada individuo cumple con su función dentro de la sociedad según su naturaleza y según su conocimiento de las Ideas. La educación es esencial para alcanzar la virtud y la sabiduría, y la sociedad debe estar organizada de tal manera que los filósofos, quienes conocen las Ideas, gobiernen a las demás clases sociales. La justicia, en la concepción platónica, no solo se refiere a la organización de la sociedad, sino también al equilibrio interno del alma, donde la razón debe gobernar las pasiones y los deseos.
En cambio, Aristóteles desarrolla una ética más pragmática y centrada en la experiencia humana. En su obra “Ética a Nicómaco”, propone la noción de la virtud como el justo medio entre dos extremos. Por ejemplo, la valentía es la virtud entre la temeridad (exceso) y la cobardía (defecto). Aristóteles considera que la virtud se desarrolla a través de la práctica y la habituación, y que el objetivo de la vida humana es alcanzar la eudaimonía, o felicidad, que se logra viviendo una vida de acuerdo con la razón y la virtud.
En el ámbito de la política, Platón y Aristóteles también tienen enfoques contrastantes. Platón, en su “La República”, describe una sociedad ideal en la que los ciudadanos están divididos en tres clases: los gobernantes filósofos, los guardianes (soldados) y los productores (trabajadores y artesanos). La justicia en esta sociedad se logra cuando cada clase cumple con su función natural, y la ciudad debe ser gobernada por aquellos que tienen el conocimiento de las Ideas, es decir, los filósofos-reyes. Aristóteles, por su parte, en su obra “Política”, ofrece un análisis más empírico y detallado de las distintas formas de gobierno, como la monarquía, la aristocracia, la democracia, la oligarquía y la tiranía. Aristóteles sostiene que la mejor forma de gobierno es aquella que promueve el bienestar de la comunidad y de sus ciudadanos, y que la mejor forma de política es aquella que permite la participación activa de todos los ciudadanos en la toma de decisiones.
El análisis de Ferrer y Gomis no solo aborda las diferencias y similitudes entre Platón y Aristóteles, sino que también examina cómo estos filósofos han influido en la tradición filosófica posterior. Platón, con su enfoque idealista, ha sido una figura clave en el desarrollo de la filosofía medieval, en particular en el pensamiento cristiano, donde sus Ideas fueron interpretadas como una forma de conocer la verdad divina. Aristóteles, por su parte, ha tenido una influencia duradera en la filosofía moderna y contemporánea, particularmente en las áreas de la lógica, la ética y la política. Su método de investigación empírica y su énfasis en la observación y el razonamiento inductivo han sido fundamentales para el desarrollo de las ciencias naturales y sociales.
A través de su comparación detallada de Platón y Aristóteles, Ferrer y Gomis no solo proporcionan un análisis académico, sino que también invitan a los lectores a reflexionar sobre cómo las ideas de estos filósofos siguen influyendo en nuestra comprensión del mundo y en las cuestiones fundamentales de la existencia humana. Este libro es una herramienta invaluable para estudiantes y estudiosos de la filosofía, así como para cualquier persona interesada en comprender las bases del pensamiento occidental y su evolución a lo largo del tiempo.

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Por ganz 1912

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