EMMANUEL FAYE – Heidegger. La Introducción del Nazismo en la Filosofía (En Torno a los Cursos y Seminarios de 1933-1935)

El libro “Heidegger. La Introducción del Nazismo en la Filosofía (En Torno a los Cursos y Seminarios de 1933-1935)” de Emmanuel Faye se presenta como un análisis exhaustivo de la relación entre el filósofo alemán Martin Heidegger y el régimen nazi durante los primeros años del Tercer Reich. En esta obra, Faye explora cómo Heidegger, figura prominente de la filosofía del siglo XX, no solo se alineó con el nazismo, sino que influyó en su desarrollo ideológico mediante sus enseñanzas filosóficas, en especial durante los años cruciales de 1933 a 1935. La investigación de Faye se centra en los seminarios y cursos impartidos por Heidegger en la Universidad de Freiburg durante su rectorado, un periodo en el que el filósofo fue una figura clave en la difusión de ideas que más tarde se vincularían estrechamente con la ideología nazi.
La obra comienza con una revisión detallada del contexto histórico y político en el que Heidegger desarrolló sus ideas durante el ascenso del nazismo. En 1933, cuando Adolf Hitler llegó al poder, Heidegger asumió la rectoría en la Universidad de Freiburg y se mostró inicialmente favorable al régimen nazi, lo que no solo implicó un apoyo personal a la ideología nazi, sino también una integración de ciertos aspectos de esta ideología en sus enseñanzas filosóficas. Faye explica cómo el filósofo, lejos de ser un observador distante de los eventos políticos, adoptó una postura activa en relación con el nazismo, especialmente en los seminarios que impartió en estos primeros años del régimen. A través de sus escritos y discursos, Heidegger intentó vincular su concepto de la “voluntad de poder” con el proyecto político de Hitler, usando su filosofía para justificar los valores del régimen nazi.
Faye sostiene que, lejos de tratarse de un simple error de juicio o de una etapa oscura de su vida, la implicación de Heidegger con el nazismo debe entenderse dentro de un marco más complejo en el que el filósofo no solo se alineó con los valores del régimen, sino que adoptó y adaptó aspectos del pensamiento nazi a su propia filosofía. Durante sus seminarios y conferencias, Heidegger desarrolló una serie de conceptos que no solo fueron compatibles con las ideas totalitarias del régimen nazi, sino que también ayudaron a fortalecer la ideología que subyacía en la política de Hitler. Entre estos elementos, Faye destaca la crítica de Heidegger a la modernidad y al humanismo, así como su exaltación de la figura del líder, conceptos que, en el contexto del Tercer Reich, encontraron un eco claro en la ideología nazi.
El autor se enfoca en los seminarios específicos que Heidegger ofreció entre 1933 y 1935, donde el filósofo introdujo sus alumnos en una concepción filosófica de la política que, según Faye, fue un caldo de cultivo para el crecimiento de las ideas fascistas dentro de la intelectualidad alemana. Faye argumenta que Heidegger no solo contribuyó al desarrollo del pensamiento nazi, sino que, al menos durante esos primeros años, su filosofía fue una herramienta valiosa para legitimar las políticas del régimen. La obra de Faye no solo analiza los aspectos filosóficos, sino también los efectos prácticos de la colaboración de Heidegger con el nazismo, como la influencia que sus enseñanzas tuvieron en sus estudiantes, algunos de los cuales terminaron desempeñando roles importantes dentro del régimen.
Una de las secciones clave del libro es aquella en la que Faye desmantela la idea comúnmente aceptada de que Heidegger fue un filósofo “apolítico” o que simplemente cometió un error al apoyar inicialmente al nazismo. Faye argumenta que este punto de vista es incorrecto y engañoso, y que el apoyo de Heidegger al régimen fue mucho más profundo y sistemático de lo que se había sugerido anteriormente. Faye analiza los textos de Heidegger durante este periodo, en los que se pueden encontrar no solo reflexiones filosóficas, sino también un lenguaje y conceptos que refuerzan los principios del nazismo. Este análisis incluye una revisión de cómo Heidegger utilizó su teoría del ser y su crítica a la tecnología y la modernidad para dar sustancia a las ideas fascistas de pureza y renovación nacional.
Otro aspecto relevante que Faye explora es el modo en que Heidegger desarrolló y promovió una visión filosófica que implicaba una ruptura radical con la tradición intelectual occidental. Según Faye, Heidegger veía en el nazismo una oportunidad para restaurar una supuesta autenticidad alemana que él creía perdida debido a los efectos de la modernidad y el racionalismo. Esta visión filosófica se reflejaba en su discurso, en el que hacía un llamado a un retorno a una forma de vida más enraizada en la tierra y en la comunidad, un llamado que resonaba fuertemente con los ideales nacionalistas del Tercer Reich. En sus cursos y seminarios, Heidegger proponía una “ontología política” que no solo desafiaba la tradición filosófica, sino que también ofrecía un marco para entender el poder y la autoridad desde una perspectiva que se alineaba con los principios totalitarios del nazismo.
A medida que Faye avanza en su investigación, también aborda el cambio en la postura de Heidegger después de 1935, cuando el filósofo comenzó a distanciarse de su apoyo inicial al nazismo. Sin embargo, Faye sostiene que este distanciamiento fue más superficial que real, ya que la influencia del nazismo nunca desapareció completamente de su pensamiento. A través de una serie de escritos posteriores, Heidegger trató de reconfigurar su relación con el régimen y sus ideas, pero Faye subraya que sus esfuerzos por desvincularse de sus años de rectorado y de su apoyo a Hitler no borran las huellas ideológicas del pasado. La complicidad de Heidegger con el nazismo, según Faye, se extiende mucho más allá de los años de su rectorado y afecta incluso a sus trabajos posteriores, incluidos sus textos más conocidos.
Al final de la obra, Faye reflexiona sobre las implicaciones éticas y filosóficas del pensamiento de Heidegger en relación con el nazismo. El autor plantea que la responsabilidad filosófica de Heidegger no puede ser entendida únicamente en términos de sus contribuciones a la ontología o a la filosofía del ser, sino también en términos de su impacto en la política y la historia del siglo XX. Faye concluye que, si bien Heidegger puede haber intentado distanciarse del régimen nazi después de la Segunda Guerra Mundial, sus ideas y su postura política continúan siendo un tema polémico y problemático, cuyo estudio revela las complejidades de la relación entre filosofía y política.

[DESCARGA]

(Contraseña: ganz1912)

Avatar

Por ganz 1912

Deja una respuesta

You missed

error: Content is protected !!