ROLANDO CORDERA; PATRICIA RAMÍREZ KURI & ALICIA ZICCARDI [Compiladores] – Pobreza, Desigualdad y Exclusión Social en la Ciudad del Siglo XXI

“Pobreza, Desigualdad y Exclusión Social en la Ciudad del Siglo XXI”, editado por Rolando Cordera, Patricia Ramírez Kuri y Alicia Ziccardi, es una obra colectiva que aborda las problemáticas sociales más acuciantes de las ciudades contemporáneas. En particular, la obra se enfoca en cómo la pobreza, la desigualdad y la exclusión social son fenómenos que afectan a una parte significativa de la población urbana en el siglo XXI. A través de las contribuciones de diferentes especialistas en sociología, economía y estudios urbanos, los compiladores ofrecen una visión integral y multidimensional sobre cómo estos problemas se desarrollan y perpetúan en las grandes ciudades, a la vez que proponen posibles soluciones.
La obra se estructura en diversos capítulos que abordan el contexto histórico y social de la pobreza y la desigualdad, los cuales, aunque presentes en el pasado, han adquirido características particulares en el contexto urbano del siglo XXI. Los autores plantean que, si bien las ciudades han sido motores de desarrollo económico y cultural, también son escenarios de creciente exclusión social, especialmente en países en vías de desarrollo. En este sentido, se argumenta que las grandes urbes se han convertido en un espacio de concentración de las desigualdades, donde las personas más vulnerables se ven atrapadas en ciclos de pobreza y marginación que son difíciles de romper.
Uno de los temas recurrentes en la obra es el análisis de la urbanización y sus efectos sobre la distribución de la riqueza. La obra destaca que, en las ciudades del siglo XXI, la urbanización no siempre ha ido acompañada de políticas públicas que promuevan la inclusión social y económica. En lugar de ser un espacio para la mejora de las condiciones de vida, muchas áreas urbanas se han convertido en zonas de exclusión, donde los más pobres no solo carecen de recursos materiales, sino también de acceso a servicios básicos como educación, salud y vivienda. Cordera, Ramírez Kuri y Ziccardi subrayan que, lejos de disminuir las desigualdades, las ciudades han tendido a segmentarse en distintos “territorios de la desigualdad”, donde las clases sociales más altas y las más bajas se encuentran cada vez más separadas.
La obra también aborda la exclusión social en términos de la movilidad social y la falta de oportunidades para las personas que habitan en zonas marginadas. Se expone que, mientras las élites económicas se benefician de políticas que les permiten mantener o aumentar su poder, los sectores más pobres de la población tienen dificultades para acceder a una educación de calidad, a empleos bien remunerados y a los beneficios de los avances tecnológicos. Esta falta de movilidad social se ve reflejada en las altas tasas de pobreza hereditaria, donde las condiciones de vida de los padres suelen ser las mismas que las de los hijos. A través de un enfoque crítico, los compiladores señalan que, para muchas personas en situación de pobreza, la ciudad se presenta más como un espacio de obstáculos que como una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
En cuanto a la pobreza urbana, la obra destaca que esta no solo es una cuestión de falta de recursos materiales, sino también de vulnerabilidad. Las personas que viven en pobreza urbana a menudo experimentan una doble exclusión: por un lado, están excluidas de los beneficios del desarrollo económico y, por otro, sufren una exclusión simbólica, donde se les considera inferiores o menos valiosos. Las víctimas de esta exclusión suelen vivir en condiciones de hacinamiento, inseguridad y falta de acceso a servicios de salud, lo que agrava aún más su situación de vulnerabilidad. Las autoras y autores en la obra proponen que la pobreza debe ser vista desde una perspectiva multidimensional, que no solo considere el ingreso, sino también el acceso a los derechos fundamentales y la posibilidad de una vida digna.
Un tema clave que se aborda en el texto es la relación entre la pobreza y el fenómeno de la violencia urbana. Los compiladores sostienen que las ciudades del siglo XXI, especialmente aquellas que enfrentan altos índices de desigualdad, también son espacios donde la violencia social ha crecido. La pobreza y la exclusión social son factores que contribuyen a la marginalización de grandes sectores de la población, lo que genera un caldo de cultivo para la violencia, la delincuencia y el crimen organizado. La falta de oportunidades, combinada con la discriminación y el estigma, crea un ambiente propenso al descontento social y a la erosión del tejido social, lo que a su vez genera una mayor inseguridad.
Otro aspecto relevante de la obra es el análisis de las políticas públicas urbanas y su papel en la reproducción de la pobreza y la exclusión social. Los compiladores critican que, en muchas ocasiones, las políticas urbanas se han centrado en el crecimiento económico a expensas de la justicia social, creando una urbanización que favorece a las clases altas y margina a los más pobres. A lo largo del libro, se señala que las políticas de vivienda, educación y salud en las ciudades a menudo están orientadas a cubrir las necesidades de las élites urbanas, mientras que las necesidades de los sectores más vulnerables se quedan en segundo plano. De igual forma, la falta de inversión en infraestructura básica en zonas marginadas perpetúa el ciclo de pobreza y exclusión.
En cuanto a la exclusión social, los compiladores proponen que se debe entender como un fenómeno dinámico que involucra tanto a las políticas públicas como a las dinámicas culturales. La exclusión no solo se manifiesta en términos de acceso a recursos materiales, sino también en la negación de derechos, la discriminación y la marginalización simbólica. En este sentido, se señala que la exclusión social está profundamente vinculada con la creación de “ciudades segregadas”, donde la discriminación étnica, de clase y de género se refuerzan constantemente.
Finalmente, la obra concluye con una reflexión sobre las posibles soluciones a estos problemas. Los compiladores abogan por la implementación de políticas públicas integrales que no solo busquen mejorar las condiciones materiales de los más pobres, sino que también promuevan la inclusión social en todos sus aspectos. Esto incluye mejorar el acceso a la educación y a la salud, pero también la creación de políticas urbanas que fomenten la cohesión social y la integración de los sectores marginados. A través de un enfoque más inclusivo y justo, las ciudades podrían convertirse en lugares de oportunidades para todos, y no solo en un espacio donde se reproducen las desigualdades.
“Pobreza, Desigualdad y Exclusión Social en la Ciudad del Siglo XXI” es una obra crucial para comprender las problemáticas de las grandes urbes en la actualidad y cómo estas afectan a las personas que viven en situación de vulnerabilidad. A través de un análisis exhaustivo y una amplia gama de perspectivas, la obra ofrece herramientas para entender las causas profundas de la desigualdad y las formas de combatirla, poniendo de relieve la necesidad de un enfoque integral para lograr un desarrollo urbano más justo y equitativo.

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Por ganz 1912

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