BENJAMIN ZUFIAURRE & DAVID HAMILTON – Cerrando Círculos en Educación

Con “Cerrando círculos en educación”, Benjamin Zufiaurre y David Hamilton nos ofrecen una obra de una densidad poco habitual en el campo educativo. El título sugiere un movimiento que no es lineal, sino circular, casi hegeliano, donde el cierre no implica clausura definitiva, sino la superación dialéctica de contradicciones que atraviesan el quehacer pedagógico. Este libro, lejos de conformarse con sistematizar reformas, modelos o datos, busca problematizar el sentido mismo de educar en las sociedades contemporáneas. Es una obra que exige ser leída desde la reflexión crítica, con la disposición de quien acepta que la educación es, siempre, un campo en disputa.
Desde el inicio, los autores dejan en claro que la educación no puede ser entendida al margen de las condiciones históricas, sociales y políticas en que se inscribe. La escolarización moderna, lejos de ser una simple respuesta a la necesidad de ilustración o desarrollo individual, se constituye como una tecnología de gobierno, una forma de configurar subjetividades, de delimitar lo que se considera conocimiento válido y de jerarquizar saberes. Zufiaurre y Hamilton no dudan en desmontar el mito de la neutralidad educativa, y a lo largo del texto van revelando cómo la pedagogía ha sido muchas veces cómplice del orden social vigente.
Uno de los grandes aciertos del libro es su capacidad para articular perspectivas diversas: por un lado, la mirada histórica y estructural de Hamilton, y por otro, el análisis situado y político de Zufiaurre. El primero realiza un recorrido por los grandes momentos de transformación del sistema educativo occidental: la escolarización masiva del siglo XIX, el auge del currículo industrial, la crisis del modelo meritocrático, el advenimiento del neoliberalismo educativo. El segundo se encarga de problematizar estas transformaciones en contextos concretos, especialmente en el sur de Europa y en América Latina, donde los efectos de las reformas han sido particularmente devastadores. Esta complementariedad enriquece el texto y le da una profundidad que excede el marco de la teoría pedagógica convencional.
“Cerrando círculos en educación” es, en gran medida, una crítica al vaciamiento del sentido de la educación en las sociedades neoliberales. Los autores muestran cómo conceptos como calidad, eficiencia, rendimiento y competitividad han sustituido a otros como emancipación, justicia, equidad o reflexión. Se denuncia con fuerza la irrupción del gerencialismo en la escuela, donde el lenguaje empresarial se impone sobre el lenguaje pedagógico. Esta transformación no es meramente terminológica: afecta la práctica cotidiana, precariza a los docentes, convierte a los estudiantes en consumidores de servicios y redefine la relación entre conocimiento y poder. La escuela se transforma en una empresa educativa, regida por lógicas de productividad y control, lo que mina su potencial emancipador.
Uno de los capítulos más potentes del libro está dedicado a la “pedagogía performativa”, una noción que describe el modo en que el éxito escolar se ha reducido a la capacidad de alcanzar indicadores previamente definidos. En este modelo, lo que no se puede medir no existe; lo que no se traduce en resultados cuantificables carece de valor. Zufiaurre y Hamilton muestran cómo esta lógica, que se presenta como objetiva y racional, es en realidad profundamente ideológica, ya que impone una visión del mundo que privilegia la competencia sobre la cooperación, el corto plazo sobre el largo, y la repetición sobre la creatividad. Este diagnóstico resuena con las críticas de autores como Stephen Ball o Michael Apple, quienes han señalado los riesgos de una pedagogía sometida a la lógica del mercado.
A pesar de su crítica radical, el libro no incurre en el catastrofismo ni en la nostalgia. Los autores no proponen volver a un pasado idealizado, sino construir nuevas formas de pensar y hacer educación. En este sentido, la obra puede leerse también como un llamado a la acción, a la resistencia y a la invención pedagógica. En varios pasajes, se recuperan experiencias de educación popular, pedagogías críticas, movimientos sociales y proyectos alternativos que desafían el paradigma dominante. Se trata, en última instancia, de abrir espacios para la experimentación, la colaboración y el pensamiento divergente, recuperando la potencia transformadora de la práctica educativa.
Una parte significativa del libro está dedicada a pensar el lugar del docente en este contexto. Zufiaurre y Hamilton rechazan la visión tecnocrática del profesorado como mero ejecutor de políticas públicas. En su lugar, proponen una concepción del docente como intelectual crítico, como actor social capaz de interpretar su contexto, tomar decisiones pedagógicas fundamentadas y participar activamente en la construcción de una educación más justa. Esta defensa del profesionalismo docente se complementa con una crítica aguda a los dispositivos de control que lo han venido debilitando: evaluaciones estandarizadas, formación instrumental, lógicas de accountability. El docente aparece aquí no como víctima pasiva del sistema, sino como agente de transformación.
El estilo de escritura de “Cerrando círculos en educación” es accesible pero riguroso. No se trata de un libro académico en el sentido tradicional, pero tampoco de un texto divulgativo. Se mueve en un territorio intermedio, donde la erudición se pone al servicio de la comprensión y la transformación. Los autores recurren a una amplia gama de referencias teóricas (Foucault, Freire, Bernstein, Dewey, Apple), pero lo hacen sin caer en la cita vacía ni en la demostración de autoridad. Cada concepto es contextualizado, discutido y puesto en función de la argumentación general. Este equilibrio entre teoría y práctica convierte al libro en una herramienta valiosa tanto para investigadores como para docentes en ejercicio.
En lo formal, el libro adopta una estructura modular, con capítulos que pueden leerse de manera independiente pero que dialogan entre sí. Esta organización permite al lector abordar la obra desde distintos intereses: historia de la educación, teoría pedagógica, análisis de políticas, práctica docente. Cada capítulo abre un nuevo círculo, lo desarrolla, lo complejiza y lo cierra con nuevas preguntas. La experiencia de lectura es, por lo tanto, exigente pero gratificante. Además, la propuesta de “cerrar círculos” remite también a la idea de aprendizaje como un proceso continuo de reflexión y acción, lo que conecta con tradiciones como la investigación-acción o la pedagogía crítica.
En suma, “Cerrando círculos en educación” es una obra fundamental para quienes no se conforman con reproducir discursos, para quienes entienden que educar es también una forma de intervenir en el mundo. Zufiaurre y Hamilton nos invitan a pensar de otro modo, a dudar de las evidencias, a desconfiar de las soluciones fáciles. Nos proponen una pedagogía que no renuncia a su vocación transformadora, que se asume como práctica política y como ejercicio de libertad. En tiempos de crisis educativa global, esta apuesta por cerrar círculos sin clausurar la esperanza es, sin duda, una de las contribuciones más valiosas del libro. Con su tono crítico pero constructivo, su densidad conceptual y su compromiso ético, esta obra se instala como una referencia ineludible para quienes buscan repensar el sentido de la educación en el siglo XXI.

[DESCARGA]

(Contraseña: ganz1912)

Avatar

Por ganz 1912

Deja una respuesta

You missed

error: Content is protected !!